Panelistas y participantes debatieron por qué las normas y los principios humanitarios son a la vez indispensables y difíciles de aplicar. Ver la
© Louis Brisset / El Proyecto Esfera.
Nos remontamos a Afganistán en 2002. Un equipo humanitario debía llevar ayuda a comunidades aisladas que habían sido afectadas por un terremoto en el norte del país. Debido a la elevada altitud, los camiones necesitarían varios días para alcanzarlas. Pero un ejército extranjero ofreció sus helicópteros para entregar la ayuda: «Podemos ofrecerles transporte aéreo», dijeron.
Los militares participaban en el conflicto y utilizaban los helicópteros regularmente en sus operaciones. «Teníamos un dilema a la hora de aplicar los principios de neutralidad, independencia e imparcialidad, pero también de humanidad», recuerda un ex miembro del equipo humanitario.
No es de sorprender que el debate interno del equipo resultó interesante y animado. «¿Utilizamos los helicópteros militares en una zona de conflicto y luego pretendemos ser neutrales? Por otro lado, no tenemos ninguna posibilidad de llevar los suministros de socorro hasta esa altitud por nuestra cuenta. ¿Qué hacer?»
El ex miembro del equipo humanitario que contaba la historia a un público cautivo era el Embajador Manuel Bessler, Director del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.
Bessler inauguraba así una «Mesa redonda sobre los principios humanitarios y la efectividad de la ayuda» que se celebró como actividad paralela a la . La mesa redonda fue parte de una serie de conferencias organizadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) acerca de «Los principios que guían la acción humanitaria«.
Asistieron al evento profesionales humanitarios y representantes de misiones permanentes ante la ONU, quienes participaron de forma activa en el debate. A continuación una reseña de los intercambios que tuvieron lugar.
«Los principios humanitarios -humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia- son la piedra angular de la acción humanitaria», dijo Bessler en sus comentarios preliminares. «Si esa piedra cede, se desploma la estructura entera. De hecho, una acción humanitaria lo es en la medida en que se basa en esos principios.»
Además de los principios, las normas de calidad son de igual importancia para «poner a los beneficiarios en el foco de la acción humanitaria», añadió Bessler. «¿Cómo podemos conseguir esto si no tenemos unas normas con las que medir las operaciones?»
Sin embargo, Bessler desafió a los panelistas a debatir sobre las normas y los principios humanitarios, que «son fáciles de recordar en una sala de conferencias o en un curso», desde el punto de vista de sus experiencias sobre el terreno. ¿Cómo es aplicarlos en situaciones complicadas en la vida real?
A menudo, ante diversos problemas concurrentes en situaciones particularmente complejas, sea en Sudán del Sur o Yemen, la aplicación de principios humanitarios es por naturaleza complicada y plantea dilemas, dijo Sophie Orr, Asesora Estratégica al Director de Operaciones del CICR.
En tales situaciones, hay un «delicado equilibrio» que a veces es difícil alcanzar, porque las cosas «no siempre están muy claras». De hecho, los principios proporcionan un marco operativo que ayudan a navegar o superar los retos y los dilemas inherentes a la entrega de ayuda en entornos complejos.
«Los principios humanitarios pueden ayudar, pero no sólo se trata de ellos,» dijo Morel. «También se trata de tener en cuenta lo que las personas afectadas por desastres o conflictos dicen que les puede ayudar. La combinación de ambos factores proporciona una ‘brújula moral’ que ayuda a navegar la situación.»
Según Morel, aplicar los principios humanitarios y poner a las personas afectadas en el foco de nuestro trabajo son dos cosas inseparables. «A veces puede que haga falta llegar a acuerdos, pero si hablamos con las personas y averiguamos cuál es su perspectiva, y luego emparejamos esa información con los principios y con un poco de realismo político, entonces, con suerte, podremos encontrar una forma de avanzar práctica y sensata.»
Orr reconoció que en un mundo cada día más complejo, los principios humanitarios están bajo presión. Esto requiere «una concienciación y un diálogo constantes en materia de principios y normas, especialmente con aquellos que quizás no los conozcan o los malinterpreten».
Además, «los organismos que usan o desean usar los principios y las normas han de cerciorarse de que su personal recibe la orientación y la capacitación necesaria para utilizarlos de forma consistente. No utilizarlos correctamente puede ser muy perjudicial para la reputación de los organismos que sí adhieren a ellos correctamente,» añadió Orr.
Además de los principios humanitarios, la aplicación de normas también puede conllevar retos.
Por una parte, las normas han de contextualizarse. «Tenemos nuestras normas, pero por supuesto aplicamos las normas Esfera y otras normas reconocidas a nivel internacional,» dijo Bárbara Mineo, Directora Humanitaria de Oxfam Intermón y miembro de la Mesa Directiva de Esfera. «Naturalmente necesitamos adaptar su aplicación a cada contexto, porque éstos son muy diferentes. Esto desde luego que supone un reto.»
Por otro lado, pueden existir limitaciones en cuanto a financiación. «Los costes varían dependiendo del contexto. Puede ser menos costoso cumplir con las normas en un campamento de refugiados en el Norte de Camerún, por ejemplo, que en otra región, por ejemplo Jordania», explicó Morel.
Además, «a veces nos puede faltar una forma directa de verificar si se están utilizando las normas», dijo Vikrant Mahajan, CEO de Esfera India y miembro de la Mesa Directiva de Esfera.
«En India desarrollamos un método de análisis que denominamos ‘Derechos en crisis’. En el contexto de un determinado desastre, nos unimos como grupo interinstitucional y tomamos decisiones acerca de las normas relevantes a ese contexto. Luego pedimos a los organismos miembro que están respondiendo al desastre que informen sobre estas normas.»
«Recogemos la información y acudimos a las autoridades, nuestros miembros y los donantes para debatir acerca de la diferencia entre lo que las normas mínimas establecen y la realidad del terreno. Mediante este ejercicio de aprendizaje conjunto, abogamos por salvar la brecha.»
Mineo coincidió en cuanto a la dimensión de aprendizaje subrayada por Mahajan. «Las normas nos permiten medir la calidad del programa, aprender de nuestros errores y de ese modo corregir o reorientar nuestro trabajo.»
La crisis actual de refugiados y migrantes en Europa representa otro tipo de reto para la aplicación de normas humanitarias. «En Europa, el reto al que nos enfrentamos en algunos casos,» dijo Morel, es «conseguir que las autoridades gubernamentales consideren las normas básicas.»
«Hemos observado los centros de tránsito en Europa y los hemos comparado con nuestras normas del ACNUR, y hemos verificado que no las cumplen», dijo Morel. «No existen refugios propiamente dichos», explicó, «sino que hay lugares de recepción, lugares de reunión sin alojamiento de verdad; y estos sitios no cumplen con nuestras normas, por ejemplo en materia de suministro de agua, higiene y sanidad.»
«Está siendo bastante difícil conseguir que las autoridades asuman sus responsabilidades», dijo Morel, reconociendo la complejidad de lo que es una situación altamente politizada. «Es difícil, porque en realidad los gobiernos pueden no querer que esas personas se queden más de algunas horas.»
Ante esta situación, los humanitarios tienen que desempeñar un papel de incidencia pública. «Tenemos que ayudar; tenemos que continuar tratando de convencer a las autoridades de que respeten las normas básicas. No podemos permitir que esto ocurra. Europa debe respetar las normas humanitarias básicas que las personas tienen derecho a esperar.»
Si las personas afectadas por desastres o conflictos son el foco de la acción humanitaria, la rendición de cuentas hacia ellas es, por supuesto, crucial.
Según Orr, «hoy en día, los actores humanitarios son mucho más conscientes de la rendición de cuentas.» Por tanto, «están lidiando con herramientas para asegurar la rendición de cuentas no sólo a las personas a quienes ayudan o protegen pero también a las autoridades locales y a los donantes.»
Entre estas herramientas, existen «mecanismos para recibir retroalimentación de los beneficiarios, así como quejas», explicó Mineo.
Sin embargo, corregir el rumbo en base a la retroalimentación recibida «no siempre resulta fácil», reconoció Mineo, aunque puede conseguirse. «Depende de la capacidad disponible, los recursos y la habilidad para ser flexibles y adaptarse a un contexto que cambia continuamente.»
Para Morel, «rendir cuentas aún es un interrogante. Es muy complicado dentro del sistema más amplio de clusters humanitarios porque se trata de una rendición de cuentas colectiva. ¿Cómo se establece quién debe rendir cuentas por qué y a quién?»
«No estoy segura de cuán efectivos y francos somos a la hora de retarnos a nosotros mismos en este tema crucial dentro de los equipos humanitarios de país. Este tipo de rendición de cuentas colectiva y de mecanismo de pares requiere mucha más sinceridad. Somos siempre tan educados los unos con los otros.»
Morel piensa que aún podemos mejorar. Comenzando por el tema de la competencia entre diferentes actores. «¿Necesitamos estar todos presentes trabajando codo a codo en la misma respuesta, compitiendo por financiación y por espacio en la mesa de las decisiones? ¿Es eso rendir cuentas? Yo creo que no.»
Esfera India facilita regularmente herramientas de rendición de cuentas a los miembros de su consorcio. «En mi experiencia, tenemos marcos adecuados», dijo Mahajan. «Las normas y los principios humanitarios son medios para conseguir la rendición de cuentas.»
Pero para que ésta se materialice, «hace falta que exista una comprensión clara sobre el terreno, a nivel operativo». Mahajan cree que «el fortalecimiento de la capacidad tiene que darse allí donde tiene lugar la interacción con la comunidad».
«Si hacemos esto», añade, «podemos concebir la rendición de cuentas como un proyecto en desarrollo.»
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Y en caso de que usted se pregunte si aquel equipo humanitario utilizó los helicópteros militares en Afganistán en 2002… «Sí, utilizamos el helicóptero», dijo Bessler al cerrar la mesa redonda. Y añadió: «Yo realmente pienso que los principios no son un fin en sí mismos, sino una herramienta concebida para ayudarnos a atender las necesidades de las personas afectadas por desastres o conflictos.»
«Me sentí muy mal al utilizar ese helicóptero militar. Pero cuando bajé y vi a las personas a quienes traíamos alimentos y otros suministros, pensé que habíamos tomado la decisión correcta.»